Los drones de seguridad privada representan hoy en día una gran ayuda, ya que pueden facilitar el trabajo de los cuerpos de seguridad y vigilancia. Estas herramientas son útiles para prevenir delitos y para contribuir en la resolución de casos, aportando pruebas confiables de los hechos. Por lo cual cada vez más empresas especializadas en el rubro recurren a ellos.

El uso de drones de seguridad privada es muy ventajoso tanto para la supervisión de grandes espacios de terreno al aire libre como para el control y la protección de determinadas áreas. Sus mayores beneficios radican en que, por un lado, permiten tener un campo de visión más amplio que las cámaras de videovigilancia tradicionales y, por el otro, pueden desplazarse de manera rápida para conseguir su objetivo o para hacer rondas rutinarias.

Drones de seguridad privada, bajos costos y mejor seguridad

Podemos afirmar que el uso de drones de seguridad privada puede conseguir bajar los costos. Esto se relaciona principalmente con el hecho de que tienen la capacidad de desplazarse de un lugar a otro. Esto hace que ya no sea necesario el uso de personal para cubrir las continuas rondas que se deben dar a extensiones grandes de territorio para garantizar la preservación de los espacios.

Los costos de reposición por robos también son menores, debido a que el uso de drones previene efectivamente este tipo de acciones. Por otra parte, desde el punto de vista de efectividad en el sistema de seguridad, existen drones dotados con cámaras infrarrojas que permiten detectar el calor humano en una zona oscura, lo cual no sería posible para el ojo de las personas. Entonces estos dispositivos se vuelven grandes aliados para identificar a los intrusos en un área determinada.

Así mismo, si son manejados por personas con experiencia, los drones son rápidos y se desplazan ágilmente. Esto permite realizar la captura de intrusos de una manera más efectiva, ofreciendo pruebas para las autoridades del delito que se estaba cometiendo dentro de la propiedad privada. Además, se ha comprobado que el uso de drones en el área de seguridad y emergencia da ventajas incomparables, pues son equipos capaces de ayudar a rastrear personas desaparecidas, realizar rescates acuáticos y ayudar a la prevención de incendios.

¿Cómo funcionan los drones de seguridad privada?

El funcionamiento de los drones de seguridad privada va a depender del modelo que se escoja. Por lo cual es importante saber los tipos de drones que existen:

Los micros y minis

Pesan entre 100 gramos y 30 kilos y pueden volar a altitudes bajas, por lo general de no más de 300 metros. Su diseño es ideal para la vigilancia de calles e interiores de edificios. Generalmente están equipados con dispositivos que logran realizar capturas de imágenes, vídeos y grabación de audio. Algunos vienen integrados con cámaras infrarrojas e incluso con sensores térmicos. En esta categoría se encuentran los “nano drones” que son tan minúsculos que pueden alcanzar el tamaño de un insecto.

Los tácticos

Estos son más pesados que el grupo anterior. Su peso oscila entre 150 y 1.500 kilos y pueden alcanzar alturas que van desde los 3.000 hasta los 8.000 metros. Además suelen tener bastante diferencia en cuanto a la autonomía de vuelo. Aunque pueden ser utilizados en la seguridad privada, su uso es más frecuente en operaciones militares.

Dentro de los drones de uso táctico existen algunos que son de mayor autonomía. Estos usan una tecnología más avanzada,  como por ejemplo conexiones satelitales y algunos llegan a tener una autonomía de hasta cuarenta horas, con un radio de actuación de 3.000 kilómetros.

Los estratégicos

Estos son más grandes y pesados. Alcanzan a pesar incluso hasta doce toneladas y pueden tener una altitud de máximo 20.000 metros. Su campo de acción principal es el militar, pero también pueden ser utilizados en otros entornos para garantizar la seguridad privada.

Los drones de seguridad privada definitivamente son una gran alternativa que presenta ventajas palpables a los cuerpos de seguridad y vigilancia de cualquier instalación. Aunque el uso de estos puede ser mediante aprendizaje autodidáctico, cuando hablamos de seguridad y emergencias siempre se recomienda realizar un curso que permita aprender detalles legales y mejorar la agilidad en el manejo que se necesita en caso de una emergencia.

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