El uso de un dron ha dejado de ser reservado para las fuerzas armadas. Hoy día, son herramientas fundamentales para que empresas de distintos sectores sean más eficientes, y un caso emblemático es el de los drones en el sector energético.
La irrupción de los drones en la industria energética
Durante el siglo, distintos científicos, muchos de ellos encargados por algunos gobiernos alrededor del mundo, invirtieron tiempo e investigaciones para lograr el desarrollo de vehículos aéreos no tripulados.
Así mismo, millonarias sumas de dinero fueron destinadas a estos proyectos, los cuales dieron origen a los modernos y cada vez más comunes dispositivos conocidos como drones.
Si bien en un principio estuvieron reservados a las instituciones militares y empresas relacionadas a ese mundo, ya entrado el siglo XXI se inició un boom imparable en el uso de drones para propósitos muy variados.
Empresas dedicadas a la minería, la batimetría, la investigación científica e incluso la industria del entretenimiento se valen de estos equipos para distintas actividades.
Pero también es posible encontrar que los drones juegan un papel fundamental para la industria de la energía.
Drones en el sector energético, una herramienta necesaria
Las instalaciones dedicadas a la distribución y transmisión de energía eléctrica son vitales para cualquier país. Gracias a ellas, se garantiza que la población, el comercio y las industrias puedan realizar sus actividades de manera regular.
Sin embargo, esta infraestructura se encuentra propensa a riesgos de gran magnitud, lo que pone en peligro su estabilidad. Algunos de estos riesgos son los siguientes:
- Efectos del cambio climático, los cuales pueden generar incendios forestales o fuertes lluvias que afecten los tendidos de electricidad. De hecho, este problema se ha vuelto cada vez más común, incluso en países desarrollados.
- Obsolescencia de algunas instalaciones, lo que genera desgaste de sus piezas. En consecuencia, las redes de distribución y transmisión dejan de cumplir su función de manera adecuada.
- Ausencia de mantenimiento en las instalaciones energéticas, ya sea porque no se cuenta con personal especializado, o porque se carece de las herramientas tecnológicas adecuadas.
Pero ¿de qué manera pueden los drones modificar estas situaciones?, ¿realmente son tan efectivos como se cree?
Pareciera que sí, ya que cada vez se invierten más recursos en la investigación y desarrollo de drones especialmente equipados para su uso en la industria eléctrica, y en general, en el mundo de la energía.
Empresas petroleras, gasíferas, carboníferas e incluso las dedicadas a las energías verdes, como la eólica, implementan drones en sus actividades habituales.
Algunas muestras del uso de drones en la energía
En el mundo de la energía, los drones se han usado regularmente de dos maneras. La primera de ellas tiene que ver con fines preventivos y de control, mientas que, la segunda, guarda relación con funciones de reparación de instalaciones.
Estos son algunos ejemplos notables:
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Drones para el monitoreo de infraestructuras
Los tendidos eléctricos pueden abarcar kilómetros y kilómetros de extensión. Si bien existe personal entrenado para su supervisión, este debe recorrer largas distancias en auto, e incluso a pie, para realizar las inspecciones necesarias.
Es por ello que los drones facilitan esta tarea, ya que, al estar equipados con una o varias cámaras, ser teledirigidos y contar con una buena autonomía de vuelo, permiten a su operador observar en tiempo real el estado de las instalaciones energéticas.
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Drones de reparación y mantenimiento
Por increíble que parezca, algunos modelos de dron pueden usarse para efectuar reparaciones puntuales en tendidos eléctricos. Y, de hecho, esto ha ocurrido en algunos países donde la naturaleza ha hecho estragos, afectando las instalaciones.
Como las vías de comunicación han quedado severamente afectadas, y los tendidos eléctricos dañados se ubican en zonas inhóspitas, los drones se han convertido en esos pequeños héroes que han permitido restaurar el suministro.
Obviamente, los operadores de los equipos también merecen un reconocimiento especial en este caso.
Cada año se invierte más en la optimización de estas pequeñas aeronaves, y la industria de la energía ha puesto su mirada en ello, dentro de una estrategia que parece no tener marcha atrás.
De este modo, puede afirmarse que los drones en el sector energético han llegado para quedarse. Solo queda observar su evolución y el aprovechamiento de las compañías sepan darle para garantizar el suministro de energía en el mundo.